Tecnología y desempleo

Vivimos en un mundo en donde la tecnología marca el rumbo de la vida de prácticamente todas las personas que viven en este planeta, ya sea directa o indirectamente. Es tan importante a tal punto que hemos desarrollado una gran dependencia y el futuro nos dice que esto seguirá incrementando al punto en el que dependamos en su totalidad.

Temas actuales como inteligencia artificial, nanotecnología, transhumanismo, colonización de marte, supercomputadoras, etc., pueden sonar como ciencia ficción, pero ¿Qué pensaba el mundo hace setenta o cien años de poder hacer una videollamada o de enviar información a través de señales electromagnéticas? Algo que hacemos todos los días de forma natural.

La tecnología se puede separar en dos tipos: industrial y postindustrial, en la primera se sustituye la mano de obra y en la segunda varios de los atributos del cerebro humano, en muchos casos superándolo.

El trabajo y la producción a lo largo de la historia han evolucionado para bien gracias al uso de nuevas tecnologías, desde la agricultura hasta la producción en serie actual que utiliza sistemas automatizados de robots (un ejemplo muy claro es el de las fábricas automotrices donde prácticamente no hay seres humanos). Estos sistemas son una gran ayuda para abastecer el alto consumo de la población, aunque, por otra parte, poco ha beneficiado a los aspectos sociales y psicológicos de los seres humanos.

¿Nos ha beneficiado o afectado la tecnología? Depende de cómo la usemos o dependamos de ella ¿Cuándo se detiene? Parece que nunca, y la cuestión es ¿Dónde queda la creación de empleos cuando una maquina puede hacer lo mismo que un ser humano de manera más rápida, precisa y a un menor costo? Tampoco necesitan vacaciones, prestaciones, días libres, ni se quejan.

Las empresas se han beneficiado extremadamente de la tecnología, el ahorro de costos en una organización hoy en día por estandarizar y automatizar los procesos es enorme. La excesiva velocidad de la producción solo se puede comparar con el también excesivo consumismo con el que vivimos y del que dependemos.

La población sigue creciendo y es evidente la escasez de trabajos en todo el mundo, la brecha entre el crecimiento de población y la generación de nuevos empleos es muy grande, sumémosle la tecnología que cubre uno o varios empleos a la vez.

Randstand hace un estudio llamado “workmonitor” cuatro veces al año en 34 países que reporta tendencias de hacia dónde va el mercado laboral y la satisfacción y opinión de los empleados. En México y la India, el 96% de los encuestados tiene una percepción de que aplicaciones y software como ERP o CRM no son una amenaza para su trabajo y es más bien una oportunidad.

¿Pero qué pasará cuando el sistema haga todo por sí solo? La tecnología ha eliminado los empleos de tareas más repetitivas y tediosas, por otro lado, ha creado empleos que requieren más preparación como programación, generación de contenidos, desarrollo y diseño de tecnología.

Medición del desempleo

Según el INEGI, durante junio de 2016, la tasa de desempleo en México fue de 3.93%.

Existen formas de medir el desempleo en nuestro país alternativas a esta como la Tasa de Ocupación Parcial y Desocupación, donde el número cambia radicalmente a 9.93%, esto quiere decir que de cada 100 personas económicamente activas, casi 10 están desempleadas.

El TCCO o Tasa de condiciones Críticas de Ocupación mide a los que trabajan menos de 35 horas a la semana que desean trabajar más y suma a los que poseen el peor salario, la tasa es de 14.52%.

Hay que tener en cuenta que no se incluyen a todas las personas que trabajan de manera informal, sin ningún tipo de prestación o seguro. Según la Tasa de Informalidad Laboral en 2015 fue de 57.83%, o sea que casi 6 de cada 10 empleos son informales.