La piedra del sol

Originalmente conocido como Calendario Azteca, la Piedra del sol es la pieza más representativa de nuestro pasado prehispánico. Se encuentra permanentemente exhibida en la Sala Mexica del Museo Nacional de Antropología ocupando el sitio de honor de dicha sala y del museo en general.

Realizada sobre una piedra de basalto olivino, esta escultura tiene un diámetro de 3.60 m. y una profundidad de 1.22 m., en tanto que pesa más de 24 toneladas.

Pero, ¿Cuál es la historia de esta magnífica escultura de nuestro pasado?

De acuerdo con los testimonio existentes, la Piedra del Sol fue probablemente labrada en el último tercio del siglo XV, en el reinado del monarca Axayácatl.

Después de la conquista fue colocada frente al Palacio Virreinal y cerca de la Acequia Real –hoy calle de Corregidora- hasta que a finales de siglo fue enterrada frente al Palacio Virreinal por órdenes del Obispo Alonso de Montúfar, empeñado en evitar el culto pagano que suscitaba dicha pieza.

El 17 de diciembre de 1790, cuando se realizaban obras de remozamiento de la Plaza Mayor, una cuadrilla de trabajadores se encontró con esta monumental piedra esculpida, que fue identificada por el sabio Antonio León Gama como el Calendario Azteca.

La escultura fue entonces adosada a un muro de la Torre Poniente de la Catedral, hasta que a fines del siglo XIX fue trasladada a la Sala de Monolitos del Museo Nacional. Por último, en 1964, al crearse el Museo Nacional de Antropología, fue depositada en la Sala Mexica de este recinto.

Descripción: (centro a periferia)

Contrario a lo que se pensó al ser descubierta, la Piedra del Sol no es un calendario. Es en cambio una escultura ritual que contiene una diversidad de símbolos de la religión mexica.
  • Al centro podemos observar el rostro de Tonatiuh, que representa el Quinto Sol.

  • Alrededor vemos cuatro cuadros que representan cada uno de ellos los 4 primeros soles o eras de la humanidad.

  • El siguiente círculo contiene 20 símbolos que representan los días del calendario sagrado.

  • En el círculo que sigue podemos apreciar cuadros que contienen cinco círculos cada uno, referidos a días del calendario, además de 8 ángulos o picos que representan el brillo del sol y los 8 puntos cardinales.

  • Por último, en la parte superior nos encontramos con la fecha Matlactli Omeyácatl (13 caña), que correspondería a 1479, año en que se celebró la ceremonia del Fuego Nuevo en el reinado de Axayácatl, que puede haber sido el año en que esta escultura fue labrada..

Su trayectoria

La piedra del Sol fue tallada en un enorme bloque de piedra de basalto de olivino, el cual se cree que proviene del volcán Xitle y que pudo haber sido obtenido de San ángel o Xochimilco y arrastrado por varios cientos de individuos, con sus 24.5 toneladas de peso, entre 12 y 22 kilómetros, hasta llegar al Recinto Sagrado de Tenochtitlan, en donde probablemente hizo las veces de un temalácatl (cilindro para el sacrificio gladiatorio).

Poco después de la conquista, la Piedra del Sol fue trasladada y depositada frente a la esquina sur poniente del Palacio Virreinal. Posteriormente, en algún momento entre los años de 1551 y 1572 fue sepultada en el mismo lugar, a muy poca profundidad y con el relieve tallado mirando hacia abajo.

En 1790 fue “redescubierta” y colocada al costado de la Catedral Metropolitana.

En 1855 fue trasladada a la Galería de Monolitos del Museo Arqueológico de la calle Moneda y fue hasta 1964 que fue trasladada de nuevo para colocarla en su actual recinto: El Museo Nacional de Antropología.