
La azarosa historia del Himno Nacional Mexicano I
Al consumarse la independencia de México, en septiembre de 1821, y tras decretarse la creación del escudo y la bandera nacionales, fueron varias las composiciones poético-musicales presentadas por escritores y músicos de la época como posibles himnos de la nación, pero ninguna de ellas logró la calidad necesaria para ser reconocida como tal.
1824, un año decisivo
En el año de 1824 el Congreso Mexicano declaró el establecimiento de la República Federal como sistema de gobierno para la nueva nación, después de la existencia de un breve Imperio mexicano presidido por Agustín de Iturbide. Curiosamente, en aquel mismo año nacieron dos personajes de suma importancia para nuestra historia: en la ciudad de San Luis Potosí, Francisco González Bocanegra, hijo de un ex oficial del ejército virreinal. Y en el pequeño poblado de San Juan de las Abadesas, en Cataluña, España, Jaime Nunó Roca.González Bocanegra, joven de carácter tímido y retraído, estudió letras, y tras la muerte de su padre, emigró con su madre a la Ciudad de México, en donde encontró el ambiente intelectual y artístico que inspiraría su desarrollo como poeta y escritor.
Por su parte, Jaime Nunó, tras estudiar técnica y composición mediante una beca en Italia, recibió el nombramiento de Director de la Banda del Regimiento de la Reina, y fue enviado a Cuba para organizar las primeras bandas militares de aquella colonia española.
En La Habana, en lo que podríamos considerar como un golpe de suerte, Nunó conoció al general Santa Anna, quién impresionado por su talento, lo invitó a trabajar en México como Director de Bandas Militares.
El impulso amoroso del poeta
En noviembre de 1853, el Ministro de Fomento, don Miguel Lerdo de Tejada, emitió la convocatoria para la creación de una composición poética que sirviera de base para el Himno Nacional.Al enterarse de la convocatoria, Guadalupe González, novia de González Bocanegra, quien gustaba llamarle “Elisa”, intentó convencerlo, sin éxito, de que participara en el certamen. Contrariada por la actitud de su novio, decidió emplear una ingeniosa táctica para lograrlo. Lo encerró en su estudio y le dijo que no podría salir hasta que le entregara su composición. Cuatro horas después, Elisa pudo ver los papeles que se deslizaban por debajo de la puerta conteniendo una magnífica composición patriótica.
El 5 de febrero, tras deliberar de entre 24 composiciones participantes, la Comisión Calificadora emitió su dictamen, otorgando el triunfo a la obra de González Bocanegra.
Tras emitirse el fallo sobre la letra del himno, el Ministerio de Fomento convocó a los interesados a presentar su composición musical para el poema patriótico escrito por Bocanegra. El 10 de agosto de 1854, la Comisión de Profesores emitió su fallo, declarando ganadora a la composición que llevaba por epígrafe la frase “Dios y Libertad”, realizada por el Director de Bandas Militares Jaime Núnó.
El estreno del himno
El 16 de septiembre de 1854, el Teatro Santa Anna se vistió de gala para que la selecta concurrencia, invitada para el efecto, escuchara la interpretación del Himno Nacional Mexicano, en su presentación oficial ante el presidente Antonio López de Santa Anna. Veamos lo expresado por una crónica periodística al día siguiente de la presentación del himno en el Teatro Santa Anna:“En el teatro, vestidos con sus mejores galas, descubrimos a los personajes más conspicuos. Magistrados y político, generales, poetas, escritores, profesores y académicos, damas encopetadas y caballeros de porte distinguido, banqueros y comerciantes, lo más granado, en fin, de la sociedad…. Y de pronto, las notas marciales, patrióticas del Himno de Nunó-Bocanegra, estremecen el grito en la garganta y sacuden el teatro, cual tempestad de voces fervorosas.”
“Es un alud de aplausos y de vítores, que atronadores acallan el eco de las últimas notas. El púbico de pie, los “vivas” se suceden: las manos enrojecen: los cuerpos se convulsan. Los ojos lagrimean. El entusiasmo se desborda…. Ahí está el veredicto. Ya nadie duda de que este es el himno que México reclamaba…. El veredicto popular, emocionado hasta el delirio, así lo juzgó y lo consagró. ¡México tenía ya su himno!”
Tomado de J. Cid y Mulet. Genesis e historia del Himno Nacional Mexicano.

Reconocimiento oficial
A pesar de los avatares de la política y del rechazo que sufrió por parte del gobierno liberal, la composición poética musical de González Bocanegra y Nunó terminó por ser reconocida como el Himno Nacional Mexicano, el que seguimos interpretando en nuestros eventos cívicos. En la próxima cápsula les comentaré cual fue el inesperado destino de los creadores de nuestro afamado canto patriótico.Te recomendamos leer:
Alfredo Hernández M. Himno Nacional Mexicano. CONACULTA-INAH-Servigraf. 2003.
J. Cid y Mulet. Génesis e historia del Himno Nacional Mexicano Editorial Costa-Amic, 1994.