Chimalli, Tesoro de Moctezuma en Chapultepec

Tras la conquista española, una importante cantidad de piezas de valor del pueblo azteca fueron enviadas a España, entre ellas un magnífico chimalli (escudo de guerra) elaborado con plumas de una gran variedad de aves y piel de felino. Casi cinco siglos después de este hecho, este magnífico testimonio del poderío y la ritualidad de los aztecas, se exhibe en una muestra temporal en el Museo Nacional de Historia, en la que podremos conocer los materiales que se emplearon en su elaboración, el proceso de fabricación y cómo eran los rituales de guerra de los que formaba parte el chimalli.

La elaboración del chimalli

De acuerdo con la investigación realizada por las restauradoras María Olvido Moreno y Laura Filloy, curadoras de esta muestra, el chimalli, que fue enviado a España poco tiempo después de la conquista, forma parte del rico acervo de arte plumario indígena, y fue elaborado con pieles de ocelote, venado y conejo y fibras de agave y algodón, además de piezas de bambú.

El chimalli se recubrió con plumas aves como el azulejo o charador turquesa, para las plumas azules; patos para las plumas color beige, y loros y quetzales para las plumas verdes; además de una especie del género Vermívora para las plumas colgantes de tonos amarillo-verdosos.

Sobre la piel de conejo se hubieron de emplazar láminas de oro, posiblemente repujado, de las que no se sabe en qué momento histórico se retiraron, pero cuya presencia junto con la piel de felino hace suponer que se trata de una pieza única que pudo haber estado en los almacenes de la Casa Imperial de Moctezuma.

Concebido originalmente como un escudo defensivo para la guerra, el chimalli era también elaborado con fines rituales, para ataviar a las deidades y distinguir a los mejores combatientes y jefes de grupos guerreros, además de ser considerado como insignia de valor en ceremonias y rituales.

El regreso a México

Como ya mencionamos, el chimalli fue enviado a España, sin que se conozcan las circunstancias precisas de su traslado. Posteriormente este magnífico escudo mexica fue incorporado a los tesoros que conservaba la Corte de los Habsburgo en Viena.

En el año de 1865, el entonces emperador de México Maximiliano de Habsburgo, empeñado en la preservación y divulgación de la memoria histórica de los mexicanos, gestionó ante la Corte de los Habsburgo en Viena el envío de esta valiosa pieza a México, lo que sucedió en el año de 1866, siendo exhibido en el Museo Público de Historia, Arqueología e Historia Natural, antecesor de los museos nacionales de antropología y de historia.

Y a partir de 1944, el chimalli constituye uno de los tesoros que puede ser apreciado por los mexicanos en su visita al Museo Nacional de Historia en el Castillo de Chapultepec.

Llama la atención que Maximiliano, un monarca de origen austriaco, fue quien logró recuperar tan valioso tesoro azteca. Pero es más de llamar la atención que fue este Emperador quien dio un gran impulso al Museo Nacional de México en el siglo XIX, al trasladar sus colecciones para que fueran exhibidas en un magnífico edificio que formaba parte del Palacio Nacional y que hoy aloja al Museo Nacional de las Culturas.

Exhibición en el Museo Nacional de Historia

El Chimalli de Moctezuma es uno de los únicos cuatro chimallis de uso ritual que se conservan en el mundo y el único con el que cuenta nuestro país, ya que debido a la fragilidad de los materiales con que eran elaborados, la mayor parte de los chimallis o rodeas que sobrevivieron a la conquista no resistieron el paso de las centurias.

Al visitar la muestra que presenta el Museo Nacional de Historia, podrás conocer una diversidad de aves disecadas y esqueletos, provenientes del Museo de las Aves de México, de las cuales se extraían las plumas para la elaboración de estos escudos rituales. Y apreciarás también las pieles de animales utilizadas para su fabricación.

La exposición nos presenta asimismo una infinidad de objetos rituales entre los que se cuentan piezas de orfebrería y esculturas en cerámica, además de pinturas e ilustraciones que figuran en códices de los antiguos mexicanos, en los que se muestran los usos rituales de los chimallis.

La muestra, que exhibe piezas de colección de Museo Nacional de Antropología, el Museo Nacional de Arte, el Museo Soumaya y una decena más de recintos culturales, permanecerá abierta al público hasta fines del mes de mayo. Te invitamos a conocerla.